En medio de la ciudad se esconde un refugio para los incansables, los inconformistas, aquellos a quienes no les basta con repetir lo aprendido, un espacio de encuentro para los que buscan en la palabra una ventana que permanece siempre abierta. La sabia tradición y la rebelde creatividad se encuentran aquí, donde no existe el miedo a apostar por lo nuevo, lo independiente, lo atrevido. Somos un Club de Lectores, sí, pero no solo leemos. Porque sabemos que los libros son solo uno de los múltiples túneles que nos transportan a otros mundos, y que nos despiertan del sueño inerte de la rutina. Somos chilenos e hispanoamericanos, porque sabemos reconocer a nuestros hermanos, pero no reconocemos límites ni fronteras. Bienvenidos sean todos, entonces, a Letras sin Fronteras.
1 comentarios:
Un hermoso cuento, donde una imagen es igual a cientos de palabras.
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