Paloma Valdivia en Revista Mujer
>> martes, 7 de septiembre de 2010
¿Conoces a Paloma Valdivia?
Fantasía y emoción. Sus cuentos y maravillosos dibujos cautivan a los niños. Y también fascinan a los padres que se los leen. Es que las historias de esta ilustradora, publicadas en varios idiomas, no tienen edad. En su último libro, Es Así, intenta explicar el misterio de la vida y la muerte: "Hablo de los que estamos, los que partieron y los que llegarán", dice. Una obra conmovedora.
Por: Pía Rajevic
En su libro anterior, Los de arriba y los de abajo, todo un éxito editorial a estas alturas, intentaba mostrar eso que sucede en el otro lado del mundo y que no vemos: si allí es de día, acá es de noche, si allá es primavera, acá otoño, si allá siembran, acá cosechan... "Es una historia que se me ocurrió un día, caminando por la calle, al ver un letrero que decía: 'Los países del norte ayudando a los del sur'. Los sudamericanos siempre nos hemos visto situados en la parte baja del mapa y siempre me he cuestionado por qué el ilustrador que lo dibujó la primera vez no lo hizo al revés. La idea de lo relativo siempre ha rondado en mi cabeza y es el eje que me hace escribir historias. Tengo la certeza de que quien tiene la capacidad de comprender las dos versiones de las cosas, de sentir que nada es del todo negro o blanco, del todo malo o bueno, puede ser mucho más feliz", dijo en España el día que lanzó esa obra, editada allí por la prestigiosa editorial Kalandraka en cinco idiomas.
En su libro anterior, Los de arriba y los de abajo, todo un éxito editorial a estas alturas, intentaba mostrar eso que sucede en el otro lado del mundo y que no vemos: si allí es de día, acá es de noche, si allá es primavera, acá otoño, si allá siembran, acá cosechan... "Es una historia que se me ocurrió un día, caminando por la calle, al ver un letrero que decía: 'Los países del norte ayudando a los del sur'. Los sudamericanos siempre nos hemos visto situados en la parte baja del mapa y siempre me he cuestionado por qué el ilustrador que lo dibujó la primera vez no lo hizo al revés. La idea de lo relativo siempre ha rondado en mi cabeza y es el eje que me hace escribir historias. Tengo la certeza de que quien tiene la capacidad de comprender las dos versiones de las cosas, de sentir que nada es del todo negro o blanco, del todo malo o bueno, puede ser mucho más feliz", dijo en España el día que lanzó esa obra, editada allí por la prestigiosa editorial Kalandraka en cinco idiomas.
"Las historias que escribo me gustan a mí. Y los temas que escojo son aquellos que me causan atracción, me generan preguntas o profundas emociones. Una de mis profesoras de escritura me dijo que escribir para niños requiere no menos talento que hacerlo para cualquier adulto. Me quedó grabado ese comentario", dice esta ilustradora chilena, explicando el sentido de sus trabajos. Y agrega: "Creo que la definición de 'libro para niños' es bastante abstracta, porque yo tengo una colección enorme de ellos y los disfruto como si estuviera leyendo joyas de la literatura". Habla desde Barcelona, España, ciudad en la que reside desde que partiera para hacer un postgrado en la Escuela EINA de la Universidad Autónoma hace cinco años y se quedara a vivir allí, enamorada de un catalán (también ilustrador), junto a quien acaba de tener a su primer hijo, Guillem. A este nuevo amor de su vida, que acaba de cumplir tres meses de edad, dedica su libro recién publicado Es Así (Fondo de Cultura Económica).
¿Algún suceso te llevó a trabajar sobre la vida y la muerte para un libro infantil? Hablar de la muerte siempre me ha interesado, en nuestra cultura no hablamos nada de ella. Me gusta hablar con la gente que quiero acerca de qué pasaría si me muriera: quisiera que tuvieran la certeza de que he sido feliz, es importante para los que quedan vivos saberlo. Mediante este cuento se me dio la posibilidad de contarlo a los niños. Nacer, vivir y morir es parte del ciclo de la naturaleza. Nacer y morir son sólo instantes, lo importante es lo que hay al medio: vivir y ojalá disfrutarlo al máximo.
¿El hecho de que estabas embarazada al trabajar en esta obra, te hizo plantearte estas preguntas como nunca antes? Desde que escribí el libro hasta que salió publicado pasaron tres años, no pretendía ser madre cuando se me ocurrió la historia. Simplemente encontré una manera bonita de contar algo que todos sabemos, parece que ese es el hilo conductor de las cosas que escribo o me gustaría escribir. Tener un hijo me ha despertado otro tipo de preguntas. Por ejemplo, qué quiero transmitirle: quiero que sea feliz, que ame la vida, que sepa comunicarse mirando a los ojos y que viva en armonía con la gente y la naturaleza.
No hay planteamientos valóricos tuyos sobre la muerte y la vida, sólo hablas del misterio que es todo. ¿Qué hacer ante el porqué de los niños frente a ese misterio? Sólo les quise decir que si se acepta la muerte, mejor se vive la vida, poner una reflexión sencilla y lúdica que contribuya a familiarizar o amabilizar un hecho inexorable, para romper esa dinámica heredada, de la cual se excluye a los niños y que está tan ligada al temor. Cuando mi hijo sea más grande y pueda conversar con él de estos temas, quisiera que pactáramos un recuerdo bonito de algo que nos guste a los dos en caso de que alguno se muriera. Por ejemplo: 'Te recordaría cada vez que comiese sandía'. Ahora suena macabro y fácil decirlo, pero si morir se tratase con la normalidad con que se trata la vida, quizás podríamos aceptarlo con un poquito menos de sufrimiento. Los adultos nos olvidamos muy rápido de que fuimos niños.
¿Tiene este hecho alguna trascendencia en tu obra? Intento recordar cómo me gustaba que me trataran los adultos para relacionarme cada vez mejor con los niños. Recuerdo las cosas que me hacían reír, que me gustaba que me hablaran como si fuera grande, que me incorporaran en las coversaciones, que me preguntaran de mis emociones. Y eso intento hacer con los niños que he tenido alrededor y es lo que espero lograr con mi trabajo: comunicarme con ellos, en un lenguaje sencillo pero potente a la vez. Me encanta lo que dijo Shopenhauer para escribir bien: "Hay que emplear palabras corrientes y decir cosas extraordinarias".
¿Qué cosas maravillosas sientes que te han sucedido gracias a ilustrar para niños? La verdad es que la mayoría de las cosas maravillosas que me han pasado han sido gracias a la ilustración, es la pasión que me marca el camino que recorrer... Meryl Streep, en El ladrón de orquídeas, dice: "Hay demasiadas ideas y cosas y gente, demasiadas direcciones que tomar. Empecé a pensar que la razón por la que era tan importante apasionarse por algo era que de esa forma se esculpe el mundo a un tamaño más manejable".
¿Qué te gustaría lograr con los niños que ven tu trabajo? Que pasen un buen momento con los libros, que miren los detalles y ojalá generen sus propias reflexiones sobre los temas que planteo, que suelen quedar abiertos porque considero que no hay verdades absolutas.
Palomablogs:
www.palomavaldivia.blogspot.com
www.capitulotreintaytres.blogspot.com
www.sieterayas.cl
www.laboratoriodeescritura.com
¿Algún suceso te llevó a trabajar sobre la vida y la muerte para un libro infantil? Hablar de la muerte siempre me ha interesado, en nuestra cultura no hablamos nada de ella. Me gusta hablar con la gente que quiero acerca de qué pasaría si me muriera: quisiera que tuvieran la certeza de que he sido feliz, es importante para los que quedan vivos saberlo. Mediante este cuento se me dio la posibilidad de contarlo a los niños. Nacer, vivir y morir es parte del ciclo de la naturaleza. Nacer y morir son sólo instantes, lo importante es lo que hay al medio: vivir y ojalá disfrutarlo al máximo.
¿El hecho de que estabas embarazada al trabajar en esta obra, te hizo plantearte estas preguntas como nunca antes? Desde que escribí el libro hasta que salió publicado pasaron tres años, no pretendía ser madre cuando se me ocurrió la historia. Simplemente encontré una manera bonita de contar algo que todos sabemos, parece que ese es el hilo conductor de las cosas que escribo o me gustaría escribir. Tener un hijo me ha despertado otro tipo de preguntas. Por ejemplo, qué quiero transmitirle: quiero que sea feliz, que ame la vida, que sepa comunicarse mirando a los ojos y que viva en armonía con la gente y la naturaleza.
No hay planteamientos valóricos tuyos sobre la muerte y la vida, sólo hablas del misterio que es todo. ¿Qué hacer ante el porqué de los niños frente a ese misterio? Sólo les quise decir que si se acepta la muerte, mejor se vive la vida, poner una reflexión sencilla y lúdica que contribuya a familiarizar o amabilizar un hecho inexorable, para romper esa dinámica heredada, de la cual se excluye a los niños y que está tan ligada al temor. Cuando mi hijo sea más grande y pueda conversar con él de estos temas, quisiera que pactáramos un recuerdo bonito de algo que nos guste a los dos en caso de que alguno se muriera. Por ejemplo: 'Te recordaría cada vez que comiese sandía'. Ahora suena macabro y fácil decirlo, pero si morir se tratase con la normalidad con que se trata la vida, quizás podríamos aceptarlo con un poquito menos de sufrimiento. Los adultos nos olvidamos muy rápido de que fuimos niños.
¿Tiene este hecho alguna trascendencia en tu obra? Intento recordar cómo me gustaba que me trataran los adultos para relacionarme cada vez mejor con los niños. Recuerdo las cosas que me hacían reír, que me gustaba que me hablaran como si fuera grande, que me incorporaran en las coversaciones, que me preguntaran de mis emociones. Y eso intento hacer con los niños que he tenido alrededor y es lo que espero lograr con mi trabajo: comunicarme con ellos, en un lenguaje sencillo pero potente a la vez. Me encanta lo que dijo Shopenhauer para escribir bien: "Hay que emplear palabras corrientes y decir cosas extraordinarias".
¿Qué cosas maravillosas sientes que te han sucedido gracias a ilustrar para niños? La verdad es que la mayoría de las cosas maravillosas que me han pasado han sido gracias a la ilustración, es la pasión que me marca el camino que recorrer... Meryl Streep, en El ladrón de orquídeas, dice: "Hay demasiadas ideas y cosas y gente, demasiadas direcciones que tomar. Empecé a pensar que la razón por la que era tan importante apasionarse por algo era que de esa forma se esculpe el mundo a un tamaño más manejable".
¿Qué te gustaría lograr con los niños que ven tu trabajo? Que pasen un buen momento con los libros, que miren los detalles y ojalá generen sus propias reflexiones sobre los temas que planteo, que suelen quedar abiertos porque considero que no hay verdades absolutas.
Palomablogs:
www.palomavaldivia.blogspot.com
www.capitulotreintaytres.blogspot.com
www.sieterayas.cl
www.laboratoriodeescritura.com
Fuente: Revista Mujer
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